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¿Estamos criando pequeños tiranos?

   rabietas-01El otro día leí un artículo titulado “Un dictador en casa” y me pareció interesante compartirlo con vosotros para abrir el debate. El artículo comenzaba: “Que no sufran; que no se enfaden; que no se sientan solos, rechazados ni poco queridos; que tengan muchos amigos; que aprendan; que no les tengan manía en clase; que no pasen miedo por la noche; que los inviten a cumpleaños; que muestren su personalidad…. En fin que sean plenamente felices”

Se trata de un objetivo loable y lógico, pero, ¿hasta que punto beneficia a nuestros hijos?. 
A menudo he comentado este mismo tema con otras madres y no madres. Algunas de estas situaciones las vivo cada día, los cumpleaños para toda la clase para que no sufran, que no se sientan solos, que no se caigan…tendemos a protegerlos en exceso. La psicopedagoga Ana Sánchez Cantera comenta en el artículo “…del mismo modo que los niños desarrollan alergias por excesiva limpieza y asepsia, la sobre protección genera intolerantes”.
Es fundamental que enseñemos a los niños a gestionar y tolerar la frustración, la vidas no es de color de rosa, más bien es muy dura, la frustración es inevitable a lo largo de nuestra vida, no siempre tenemos lo que queremos y mucho menos cuando lo queremos. “…debemos desarrollar las habilidades y capacidades necesarias para hacer frente a este hecho y que no nos desestabilice.”
Para Ana Sánchez “Los niños cada vez son más exigentes, impulsivos e impacientes, no soportan la espera. Creen que lo merecen todo porque todo se les ha dado  y por si fuera poco, nos les damos responsabilidades.” y no puedo estar más de acuerdo.
Otro aspecto que me parece interesante del artículo es, como los niños se han convertido en el centro de atención de las jerarquías familiares. Creemos que estamos poco tiempo con nuestros hijos y nos sentimos culpables, por eso hacemos tantas cosas con ellos. Según Matt Killingsworth, psicólogo de la Universidad de Harvard, pasar ese tiempo que tanto anhelamos con los hijos es lo que menos felices nos hace. Nos da más vidilla, por este orden, pasar un rato con los amigos, con el cónyuge, con parientes…
¿Qué os parece?, os dejo el link del artículo. Bs.
 

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