Descubre tu niño emprendedor

“Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto:  a ponerse contento sin motivo a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea”. Paulo Coehlo
Cuando somos niños, todos esperan que maduremos. Siempre he sido una niña infantil, a la que decían madura. Para mi forma de verlo, no hay que forzarlo hay que aprovecharlo. Durante la niñez exploramos el mundo y aprendemos de las experiencias vividas. Son lecciones de vida que, aunque son imprescindibles, también te despojan de tus mejores atributos. Crecemos, nos volvemos pragmáticos, tenemos responsabilidades y vamos perdiendo el espíritu de las nuevas, locas, absurdas y geniales ideas.
Mi camino hacia la madurez ha sido lento y en ocasiones frustrante. Mantenerse joven de espíritu y corazón tiene sus ventajas y para mi ha sido muy beneficioso. Hoy puedo decir que llegar a la madurez conservando las cualidades propias de la infancia es, sin lugar a duda, tener lo mejor de ambos mundos.
Son muchos los motivos que me llevan a pensar que debemos llegar al equilibrio ya que las cualidades de los niños son imprescindibles en los adultos. Los niños cuestionan la autoridad y cuestionar los argumentos es la mejor manera de generar nuevas ideas. Son necios, temerarios y es así como debemos ser, fuertes y tercos con nuestras propias ideas. Cuantas veces tachan de locas las mejores ideas. También persiguen su objetivo a ciegas, no se detienen hasta conseguirlo, sin aceptar un no por respuesta. Los adultos debemos perseguir nuestro sueño con pasión, pase lo que pase. Los niños se arriesgan, se lanzan a por todas, aprenden cayéndose, sin embargo los adultos se arriesgan solo si están un 100% seguros de no equivocarse. No lo dudes, arriésgate. Ellos aprenden cometiendo errores y los adultos tenemos miedo al que dirán, al fracaso. Cuando lo cierto es, que cuanto más errores cometemos, más sabios nos hacemos. A los niños les gusta jugar y jugando descubren sus propios talentos, los adultos que aman su trabajo se divierten haciéndolo. Todos deberíamos disfrutar con nuestros trabajos. Ellos son narradores de historias y acceden muy fácilmente a sus emociones. La mejor manera que tenemos los humanos de conectar entre nosotros es a través de las emociones.
Ahora que en Imagina somos oficialmente emprendedoras en el programa de Mentoring de Met Community, valoramos más estas características que sin duda nos conducirán al éxito. Un programa que conecta a personas, que te acompaña y que te ayuda con tu proyecto. En las próximas entradas os contaremos en que consiste y cual es nuestro objetivo. Lo que si que os adelantamos es que es un honor haber sido seleccionadas y participar en él.
Bs.